Confia en la mente (Hshin Shin Ming)

Confía en la Mente

Hshin Shin Ming

Tseng Ts’an, Tercer Patriarca Zen

Traducción al inglés: 

Stanley Lombardo.

Traducción al español:

 Centro Zen Palma

El Gran Camino no es difícil,

Sencillamente no seas muy exigente.

Corta todos los gustos o aversiones

Y es claro como el espacio.

La más mínima distinción

Separa el cielo de la tierra.

Para ver la verdad 

No estés a favor ni en contra.

Gustos y aversiones 

Son la enfermedad de la mente

Si pierdes el significado profundo,

De nada sirve calmar tus pensamientos.

Es claro como el vasto espacio

Nada le sobra, nada le falta.

Si escoges o rechazas,

No puedes ver las cosas tal y como son.

Afuera, no te enredes con las cosas

Dentro, no te pierdas en el vacío.

Permanece tranquilo y conviértete en Uno.

Y la confusión desaparecerá por sí misma.

Deja de moverte para conseguir la quietud 

Y la quietud se moverá.

Si te aferras a los opuestos,

No puedes entender el Uno.

Si no entiendes el Uno

Ni esto ni aquello puede funcionar.

Negado, el mundo sigue adelante.

Perseguido, el vacío se pierde.

Cuánto más pienses y hables

Más perderás el Camino.

Corta todo pensamiento

Y pasa libremente por todas partes.

Vuelve a la raíz y comprende.

Persigue resultados y perderás la fuente original.

Un solo momento claro en el interior 

Iluminará el vacío frente a ti.

Ver que el vacío se convierte en las cosas

Es sólo nuestra visión distorsionada.

No busques la verdad,

Sólo deja de lado tus opiniones.

No vivas en el mundo de los opuestos

¡Ten cuidado! Nunca tomes ese camino.

Si creas correcto o incorrecto

Tu mente se perderá en la confusión.

Dos viene del Uno

Pero no te aferres ni siquiera a este Uno.

Si la mente no aparece,

Las diez mil cosas permanecen inmaculadas.

Sin mácula, no existen las diez mil cosas,

Si nada aparece, no hay mente.

No hay mundo, ni nadie que lo vea,

Sin nadie que lo vea, no hay mundo.

Esto llega cuando aquello se va.

Aquello surge cuando esto se hunde.

Percíbelos a ambos

Como siendo originalmente un solo vacío.

En el vacío los dos son lo mismo,

Cada uno contiene las diez mil cosas.

Si no ves grande o pequeño,

¿Cómo puedes preferir el uno al otro?

El Camino es tranquilo y ancho, 

Ni fácil ni difícil.

Pero las mentes pequeñas se extravían.

Apresurándose, se quedan atrás.

Al aferrarse, las pequeñas mentes van demasiado lejos

Y seguro que tomarán el camino equivocado.

¡Sencillamente déjalo estar! Al final,

Nada se va, nada permanece.

Sigue la naturaleza y encuentra el Camino.

Libre, fácil e imperturbable…

Atado a tus pensamientos, pierdes la Verdad,

Te sientes pesado, aburrido y enfermo.

Cuando no está bien, la mente está perturbada,

Entonces ¿por qué aferrarse o rechazar nada?

Para cabalgar el Vehículo Único, 

No menosprecies los seis sentidos.

No rechazar los seis sentidos

Ya es la Iluminación.

Los sabios no actúan

Los ignorantes se encadenan a sí mismos.

En el verdadero Dharma no hay esto o aquello,

Entonces ¿por qué perseguir los deseos ciegamente?

Utilizar la mente para comprender la mente

Es el error original.

Quietud e intranquilidad son sólo ideas

La Iluminación no tiene gustos ni aversiones.

Todos los opuestos surgen 

De una visión distorsionada.

Ilusiones, flores en el aire

¿Por qué intentar aferrarse a ellas?

Ganar, perder, correcto, incorrecto

¡Déjalo todo!

Si el ojo nunca duerme

Los sueños desaparecen por sí mismos.

Si la mente no hace distinciones

Las diez mil cosas son una sola esencia.

Ve la esencia profunda y oscura

Y libérate de los enredos.

Ve las diez mil cosas como iguales

Y regresa a la verdadera naturaleza.

Sin distinciones 

No puede haber comparaciones.

Párate y no hay movimiento.

Muévete y no hay quietud.

Sin movimiento ni quietud

¿Cómo puede una sola cosa existir?

En la verdadera naturaleza

No hay metas ni planes.

En la mente anterior al pensamiento

No se hace ningún esfuerzo.

Dudas y preocupaciones desaparecen

Y la fe se restaura.

Nada se deja atrás,

Nada permanece con nosotros.

Luminosa y vacía

La mente brilla por sí misma.

En la mente sin esfuerzo

El pensamiento no puede enraizar.

En el verdadero mundo del Dharma

No hay uno mismo ni otros.

Para permanecer en este mundo

Sencillamente di “No dos.”

“No dos” lo incluye todo,

Y no excluye nada.

Los seres iluminados de cualquier lugar

Regresan todos a la fuente original.

Más allá del tiempo y del espacio

Un momento es diez mil años.

Nada aquí y nada allá

Pero el universo está siempre frente a ti.

Infinitamente pequeño es infinitamente grande:

No hay límites, no hay diferencias.

Infinitamente grande es infinitamente pequeño:

Las medidas no importan aquí.

Lo que es, es lo que no es.

Lo que no es, es lo que es.

Donde no sea así,

No te molestes en quedarte.

Uno es todo,

Todo es uno.

Cuando ves así las cosas,

Ya eres completo.

La Confianza y la Mente son no dos. 

No-dos es Confiar en la Mente.

El Camino está más allá de las palabras:

Sin pasado, sin futuro, sin presente.

Post Scriptum del Traductor

Seng Ts’a fue el tercer Patriarca Zen Chino y recibió transmisión de Hui K’o, sucesor de Bodhidharma. Seng Ts’an padecía de lepra cuando conoció a Hui K’o. La Transmisión de la Lámpara recoge su momento de verdad, que recuerda el famoso encuentro de Hui K’o con Bodhidharma:

Seng Ts’an fue a ver a Hui K’o y le dijo, “Mi cuerpo está preso de una enfermedad fatal. Por favor maestro, borra mis pecados.” Hui K’o respondió: “Trae aquí tus pecados y los borraré por ti.” Seng Ts’an se sentó un rato y dijo, “Cuando busco mis pecados no puedo encontrarlos.” Hui K’o respondió, “Ya he borrado tus pecados.”

Después de que Seng Ts’an recibiera la transmisión el Budismo fue perseguido en China y permaneció durante 15 años escondido y vagando por las montañas. Fruto de su duro entrenamiento aparece este poema, el primer escrito atribuido a un Maestro Ch’an.

El título Hsin Shin Ming tiene el significado literal “Confía en la inscripción de la Mente.” El carácter para hsin se compone de dos partes, y muestra un hombre que mantiene su palabra. Shin es el carácter para corazón-mente. Al mezclar las enseñanzas Budistas y Taoístas sobre la unidad, igualdad, percepción de las cosas tal y como son e interpenetración, el Hsin Shin Ming nos introduce en un mundo vasto y meticuloso que está completamente abierto para la mente humana.

El poema consiste en 146 líneas y difiere del verso Chino estándar en que sus líneas no riman y contienen tan sólo cuatro caracteres cada una, en lugar de los cinco o siete habituales. De este modo se crea un movimiento conciso y lleno de sentido común que he intentado captar en esta traducción.

Stanley Lombardo

Stanley Lombardo es un erudito académico y traductor en la Universidad de Kansas. Recibió la Transmisión del Dharma del Maestro Zen Seung Sahn.

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Ninguna parte de este poema puede ser reproducida 
sin permiso escrito por parte del autor